Esta opción de chaise-longue con saco de dormir me gusta porque a simple vista no se aprecia el segundo uso que esconde, y además lo veo muy calentito para los que, como yo, adoramos leer recostados. Por fuera es muy discreto y por dentro me ha conquistado por su diseño a cuadros. Además las patas son bastante modernas por lo que se adapta bien a un entorno minimalista.
Debido a que la parte superior está elevada no es muy recomendable como cama permanente, pero admito que te puede salvar de alguna situación de invitados imprevistos a dormir. Y además constituye un estupendo puesto para la lectura, ¿qué más se puede pedir?
0 comentarios:
Publicar un comentario