Por fin los niños podrán acceder cómodamente a todos los rincones de la casa sin sentir que están en un mundo de gigantes. Además, pensando también en ellos, que les encanta pintar paredes y puertas de la casa, las puertas vienen cubiertas con una pintura que les permitirá pintar sobre ella con tizas o rotuladores para pizarra y luego borrarlos con un simple paño.
La idea es muy buena pero su precio no tanto. Cuesta el doble que una puerta convencional. Se vende a partir de 595 euros.
Tags: Puertas
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