Tras el rollo inicial, os presento este asiento hecho con corchos, de esos de las botellas de vino, todos reunidos dentro de una malla que les da forma a la vez que permite ver los corchos desde fuera, pudiendo ser utilizado como puf, como mesa auxiliar o incluso como taburete si lo acompañamos de la estructura adecuada.
Según los diseñadores, que lo venden al desorbitado precio de más de 700 euros, en su interior hay más de 2500 corchos de vino y champán (alguno habrá de cava). Tal vez lleve un tiempo acumular tantos corchos, pero yo preferiría uno en el que en su interior estuviera el historial de vinos que he bebido a sentarme sobre los que han bebido otros.
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