Eero Saarinen diseña en 1956 un serie de sillas y mesas, a las que nombró Tulipán debido a su forma delicada que recuerda el tallo de una flor sobre un pedestal. Para elaborarlas empleó una serie de materiales nuevos para la época: fibra de vidrio moldeada y pulida para obtener un acabado brillante, y combinada con una base giratoria en acero inoxidable y cojines de tela. Su forma orgánica y atrevida para su tiempo la hacen parecer recién salida del futuro. De hecho, Saarinen es considerado un pionero en el uso de estos materiales y del minimalismo.
La inspiración de Eero Saarinen a la hora de realizar este diseño fue eliminar las patas de los muebles, revolucionar lo que parecía imprescindible: el punto de apoyo. El diseño de este juego proviene del estudio de investigación “Design in home furnishing collection” (diseño orgánico de interiores). Su sencillez la ubica en un nuevo rango dentro del mundo del diseño moderno, haciéndola bastante popular en las estancias decoradas con el estilo minimalista.
Personalmente considero este diseño encantador y muy femenino. De hecho, creo que puede adaptarse perfectamente a cualquier estilo, y el hecho de que los cojines de tela sean removibles me parece fantástico, pues sería sencillo darles un nuevo look cambiando el forro de estos cojines. Sencillo, práctico, fácil de limpiar y cambiar. Definitivamente, ¡un diseño inmortal!
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