
Los floreros, que son modelo Rektangel de Ikea, se han pintado de blanco por dentro y se han pegado con pegamento de contacto para darles consistencia. Esta estructura se ha colocado en semicírculo para no ocupar mucho espacio visual ya que la casa es un loft y querían huir de cerramientos bruscos.
Lo que no me gusta, o al menos no se ve en la imagen, es que no hay puerta en este baño por lo que la intimidad deja mucho que desear, por no hablar de los huecos. A mí este baño me convence para un hotel por ejemplo o para una casa en la que no se reciban visitas ya que es posible que los invitados se sientan incómodos en un aseo sin puerta y translúcido.
No obstante, a mí me gusta cómo queda y tal vez usaría la idea como separador de ambientes en una cocina por ejemplo. Eso sí, si vais a hacerlo en casa vais a tener que comprar muchos jarrones, aunque al menos salen por solo 4,95 euros cada uno.
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