- Invita a alguien a tu casa: Este puede ser un gran motivo para limpiar la casa, porque al saber que alguien va a llegar allí puede darte un tiempo límite para hacer las cosas. De repente empiezas a mirar a tu casa de la forma como un invitado lo haría y las tareas que no se han hecho estarán esperando para que por fin sean completadas. Claro que esta situación también puede salir mal, en especial si invitas a alguien y no te das suficiente tiempo para hacer todo lo que necesitas hacer, por lo que terminarás con una situación bastante incómoda. Así que asegúrate que el tiempo límite que te das es algo realista.
- Intenta un nuevo producto de limpieza: Probar un nuevo producto o un instrumento de limpieza puede ser muy divertido. Así en vez de mirar a un deber como un trabajo que debes hacer, puede parecer una oportunidad para descubrir esa nueva herramienta que hace un poco más fácil tu trabajo. Así que la próxima vez que estés dilatando un trabajo, busca un nuevo producto que te ayude a hacerlo.
A pesar de que los instrumentos de limpieza son divertidos e interesantes, asegúrate de deshacerte de productos y herramientas que no te funcionen de la forma como tu querías. Porque un gabinete para guardar productos de limpieza puede llenarse fácilmente con objetos inservibles que crean aún más desorden y que previenen que puedas acceder fácilmente a tus herramientas útiles.
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