Sillón Eames: Íconos del Diseño

Hay diseños que permanecen inmanentes en el tiempo. Pasan las modas, las tendencias decorativas y no pierden ni un ápice de vigencia. Muestra de ello es el sillón ideado por Charles y Ray Eames en 1956, convirtiéndose, incluso en una pieza digna de estar en cualquier museo, sobre todo las originales de la época. De hecho, este sillón se volvió bastante popular gracias a su aparición diversos programas de televisión, como la serie ‘Frasier‘.
Elaborado en un fuerte contraenchapado barnizado y cuero italiano, este sillón  es resistente al paso del tiempo y al uso, sus formas muy masculinas suavizadas por los extremos redondeados, le convierten en uno de los preferidos a la hora de decorar oficina. Es sinónimo de lujo y opulencia, comodidad y esplendor, pero sin caer en los excesos y mal gusto. Su sobriedad le hace resaltar entre tantos otros modelos.

A menudo, un diseño estéticamente armonioso puede ser sinónimo de incomodidad, pero cientos de personas lo confirman: si tomas la siesta en uno de estos sillones, podrías contemplar la idea de vender tu cama. De hecho, suele venderse acompañado de un hermoso reposa pies a juego, lo que le transforma en un instante de un sobrio mobiliario para oficina y trabajo a un lugar perfecto para descansar y relajarse. Su acabado lo hace ideal para casi cualquier estancia, pues combina buen gusto, opulencia pero sencillez. Elegancia en grado sumo.

Considero que este sillón es bastante masculino, no dejo de pensar en algún ejecutivo exitososo, una oficina suntuosa. Bastante sobrio, eso sí, pero puede conseguirse en variedad de colores. No lo imagino en mi estancia, pero definitivamente es un ícono imperecedero, atemporal.